2 de mayo. 4 de la tarde. Aparece Luis Ramiro por la calle Preciados con la guitarra al hombro. Un grupo de gente le está esperando. Desenfunda la guitarra y se sitúa en medio de la calle. A su alrededor se colocan unas 30 personas, aunque cada vez va habiendo más. Y comienza un mini-concierto. Relocos y recuerdos para empezar (más relocos que nunca). Muchos se saben las canciones (Luis había avisado a sus seguidores en su web), pero otros preguntan, "¿y este quién es?" "¿por qué hay tanta gente?". Incluso algún turista graba. Una cuerda se rompe, un coche de policía interrumpe con su sirena, y la gente canta. Sobre todo con el Tíovivo, para acabar.
No parece mala manera de presentar un disco en tiempos difíciles.
Esta tarde, en Mundoactúa, el vídeo de lo que allí sucedió.
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